El animal se las agarró con un vehículo que estaba estacionado a la vera de una ruta, para terror de sus ocupantes.
Dicen que todo vale en el amor y la guerra, y en el caso de este elefante debe ser cierto: el animal se las agarró con un auto que iba por la ruta de la reserva ecológica de Pilanesberg, en Sudáfrica. El animal sintió el flechazo y se abalanzó sobre el vehículo, para el horror de los humanos que iban en su interior.
Cuando John Somer y Carina Lowers entraron en su Volkswagen Passat a la ruta de “recreación” dentro de la Reserva Pilanesberg de Sudáfrica no se imaginaron que se llevarían un souvenir como anécdota de su viaje. Pero entonces se encontraron con un elefante macho adulto que estaba visiblemente interesado en interactuar con su auto.
El elefante fue identificado como Amarula, llamado así por la fruta con alcohol natural que crece en los árboles de la zona, y de la que se extrae la bebida omónima. Al parecer, el animal de cinco toneladas de peso tenía un día complicado y necesitaba algo de contacto físico.
Lejos de haberse comprobado si el animal había consumido muchas amarulas, Somer, un irlandés de 66 años residente en la localidad sudafricana de Rustenberg, aseguró: “Nunca pensé que seríamos asesinados por un elefante. Cuando dimos la vuelta (por la ruta) nos cruzamos con un auto. El chofer habló en afrikaans (una lengua del país), y sólo le entendí la palabra ‘elefante’”, relató al sitio The Sun.
“Cuando se acercó a nosotros, era claro que estaba haciendo avances como si fuera una elefanta”, recordó el hombre, que había ido a pasar su cumpleaños a la reserva. “Cuando ‘la mole’ empezó a empujar el auto literalmente vi mi vida pasar frente a mis ojos. El auto terminó dado vuelta y Carina estaba muy asustada y quería salir por la ventana, pero yo me quise asegurar primero de que se hubiera ido el elefante”, comentó.
Una vez uqe vieron a Amarula alejarse, la pareja salió del auto. El peligro pasó para ellos, pero no para el testigo humano de la escena, un hombre llamado Riaan van Wyk que logró capturar las imágenes. “Amarula es uno de los elefantes más grandes de la reserva y encima en esta época del año está en celo. Se pone excitado, agresivo, lleno de hormonas”, señaló.
“Cuando vi que se acercaba al Passat, me quedñé sentado en silencio en mi auto y agarré mi cámara. Después se percató de que estaba ahí y sólo desistió de seguirme después de 15 minutos de persecusión”, comentó el testigo de la temporada de elefantes.
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