viernes, 25 de marzo de 2011

Diez consejos para comprar vinos sin ser engañado

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Seguro alguna vez compraste una botella de vino que prometía todo y resultó ser un clavo. ¿No querés que te pase de nuevo?
A continuación van unos buenos consejos.

1. Que nunca te den la botella de la vidriera.
Si te ofrecen la que ha estado expuesta al sol o a la luz, es probable que el vino esté oxidado y arruinado. 

Siempre es mejor que lo saquen de la caja o una cava climatizada. También hay que evitar las botellas expuestas a la luz de las dicroicas en las estanterías.

2. Revisá el corcho.
Muchas etiquetas añosas a simple vista parecen estar perfectas, pero al beberlas son un vinagre en toda ley. Para evitar este mal trago, es importante sacarle el capuchón y revisar que el corcho no esté filtrado. 

Te vas a dar cuenta porque está pegajoso o porque está teñido por dentro. Observalo a través del cuello de vidrio: si el líquido ascendió por las paredes hasta la superficie, mejor olvidate de comprar esa botella.

3. No a la botella recalentada.

Al momento de comprar conviene tocar la botella y tener una sensación térmica de su estado. Si está caliente - puede pasar incluso en lugares refrigerados-, lo más probable es que no esté en óptimas condiciones.

4. Observar bien la etiqueta.
Así como la imagen habla de la gente, en el vino una etiqueta habla de su historia: si está dañada o corrida quiere decir que la botella ha sido maltratada.

Si está chorreada o descolorida, tené por seguro que fue expuesta al calor o a la luz del sol y no puede estar en buenas condiciones.
 

5. Que no tenga polvo en los hombros.
Teóricamente, una botella debe permanecer acostada para que el corcho no se reseque. En ese caso, el polvo se ubica en algún punto de su cilindro; pero si está en los hombros es porque lleva mucho tiempo de pie. 

Y si así fuera, es muy  posible que el vino esté avinagrado.

6. Buscar en el fondo de la góndola.

Ahí suelen estar las botellas menos expuestas y también las mejor conservadas.

7. Elegir las cosechas más nuevas.
En un mercado como el nuestro, en el que los vinos se venden jóvenes, no tenemos cultura de observar la añada en la etiqueta. 

Los vendedores casi siempre prefieren sacarse de encima las más viejas. Hay que evitarlas. 

Con el tiempo y la mala guarda aumentan las posibilidades de clavarse. En cualquier caso, siempre es mejor comprar la más nueva.

8. No asumir que más caro es mejor.
Suele suceder que los vinos más caros se presumen como mejores. Hay que saber, sin embargo, que no todo lo que brilla es oro y que en materia de botellas esto se cumple muy especialmente. 

Mejor es buscar data sobre el productor y la región antes de hacer una compra salada. A más información, menos riesgo de comprar un perno.

9. Usá Internet.

Antes que hacerle caso al vendedor, mejor buscar información en la web. Hacer un research previo -especialmente si vas a comprar una etiqueta cara- puede salvarte de cometer un error.

10. No comprar en Mercado Libre o sitios similares.
Por regla general, a este tipo de sitios va a parar todo lo que no se puede vender en otro lado. Y lo que es más grave, no podés comprobar las condiciones del producto. 

Si navegás un poco verás que hay muchas ofertas demoledoras, pero cuando te claves, no digas que no te lo advertimos. /planetajoy.com

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