El jefe de la compañía detrás de la devastada central nuclear de Fukushina, Akio Komori, estalló en lágrimas cuando su país finalmente reconoció la radiación emanada por eo recalentamiento de los reactores y las barras de combustible fue suficiente para matar a algunos ciudadanos, reporta el Daily Mail.
Autoridades japonesas admitieron que el desastre fue un nivel 5, que se clasifica como una crisis que causa “varias muertes por radiación” por la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Fuente: lapatilla.com
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