martes, 15 de marzo de 2011

La catástrofe nuclear es una posibilidad real: a 100 km de Tokio hay alta radiación

 La situación en Japón es totalmente desesperada. El único de los tres reactores de la central de Fukushima que parecía funcionar correctamente, el número 2, es el que finalmente ha convertido en una posibilidad muy real una catástrofe nuclear. A última hora de la noche los ingenieros continuaban trabajando a contrarreloj para enfriar el núcleo del reactor y evitar así que explotara debido a la alta temperatura.

Pero no lo lograron.

Una explosión se escuchó provenir del reactor 2, esta madrugada . Y el mismo gobierno japonés admitió que una parte de la estructura de contención del reactor parece estar dañado, dando a entender que es posible un escape radioactivo.

La deflagración reventó parte del contenedor primario del núcleo y provocó una fuga de una cantidad indeterminada de material radiactivo, según la Agencia de Seguridad Nuclear. La agencia Kyodo informó que los niveles de radiación “superaron el límite legal” tras la explosión.

Es más, niveles de radiación superiores a lo normal llegaban anoche a tan solo a 100 km de Tokio, en la prefectura de Ibaraki, situada entre Fukushima, donde se encuentra la central nuclear accidentada, y la capital japonesa, afirmó Kyodo.

Francia fue el primer país en levantar la voz de alerta sobre el peligro. Para el presidente de la Autoridad de la Seguridad Nuclear (ASN), André-Claude Lacoste, “no hay duda de que se ha producido ya un principio de fusión”, y elevó el nivel de alerta hasta 5 o incluso 6 . La catástrofe de Chernobyl registró un nivel 7, el máximo de la escala. Fukushima ya ha sobrepasado el nivel de radiación de la central de “Three Mile Island”, central estadounidense que en 1979 sufrió la fusión parcial del núcleo del reactor.

El alerta es mundial. Europa ordenó ayer revisar todas sus centrales atómicas. (Ver Pág. 20 ) “A nivel global, los desechos radiactivos en el entorno son importantes”, incidió la ASN. “ Estamos ante una crisis que podría durar semanas” , destacó.

Según la agencia Kyodo, la radiación detectada ayer en la planta de Fukushima es el doble del máximo visto hasta ahora, según una información facilitada por la Tokyo Electric Power, propietaria de la instalación.

Japón ya ha pedido oficialmente ayuda a la Agencia Internacional de la Energía Atómica, en concreto que envíe un equipo de expertos para intentar frenar el desastre .

Lo más grave es que los problemas en el reactor número 2 se podrían haber evitado . De hecho, parecen la obra de un saboteador más que de un grupo de expertos nucleares. La crisis comenzó a raíz de la explosión en el edificio del reactor 3 a primera hora de la mañana, que ya había sido anticipada.

Lo que nadie había previsto es que la deflagración dañara el sistema de refrigeración de la número 2, que hasta entonces funcionaba sin problemas. Pronto varios camiones de bomberos empezaron a bombear agua del mar para evitar un sobrecalentamiento del núcleo, pero uno de ellos se quedó sin combustible . No hubo agua suficiente y las barras de uranio que alimentan el reactor quedaron expuestas durante dos horas y media, una situación extremadamente grave que, según algunos expertos, sólo puede conducir a la fusión del núcleo del reactor . Además, el armazón de acero que protege el núcleo también fue dañado por la explosión .

No tranquilizaron mucho las palabras del ingeniero nuclear Masahi Goto, quien explicó a la BBC que el reactor de Fukushima utiliza óxido mezclado como combustible, y que el punto de fusión para una posterior explosión nuclear es más bajo que en otras plantas donde se utiliza combustible convencional. Es más, si ocurriera una explosión, dijo Goto, “el plutonio podría esparcirse alrededor de un área el doble de grande que en una explosión nuclear convencional”. “El núcleo del reactor no está preparado para soportar terremotos o tsunamis, y sus constructores lo sabían”.

Para el experto, “las próximas 24 horas son críticas”.

Ahora, los responsables de Fukushima se ven ante la tesitura de enfriar los reactores sin disponer de camiones cisterna . Una de las medidas que se estaban barajando a última hora es hacer agujeros en las paredes de los reactores para despresurizarlos, eso si, con el precio de tener que soltar a la atmósfera vapor radiactivo.

La sensación de que el gobierno japonés está ocultando información se hizo ayer más evidente entre los ciudadanos. Fukuyama “no desembocará en una situación similar a la de Chernobyl”, insistió ayer desde Tokio el portavoz del gobierno, Yukio Edano, quien había negado que el reactor número 2 fuera a sufrir una explosión como ya había ocurrido el sábado al 1 y el domingo al 3.

Por su parte, la Tokyo Electric Power recordó que si se produce la temida fusión del núcleo del reactor no quiere decir que todo esté perdido. Hay dos barreras de seguridad para mantener la radiación dentro de la planta. La primera es el armazón que envuelve el reactor, y la segunda es el edificio en sí, construido totalmente de cemento. Si también ese fallara, entonces sí que no habría vuelta atrás a la catástrofe.

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