Segunda profecía: Viviremos en un mundo de crisis absoluta, lleno de penurias.
Tercera y cuarta profecía: Cambios climáticos asolarán el planeta.
Quinta profecía: Aprenderemos de nuestros errores.
Sexta profecía: «Apocalipsis» Un cometa anunciará una nueva forma de vida.
Séptima profecía: El Hombre y el mundo aprenderán ser sólo uno. Aprenderemos a valorar la Naturaleza.
Mil veces hemos oído hablar de ellas, pero son pocos los que conocen su verdadero contenido. Su famoso calendario augura el final de nuestra existencia el 21 de diciembre (algunos textos hablan del 22) de 2012, momento en que empezará la cuenta atrás para que dé comienzo la primera de las siete profecías que los mayas dejaron como legado.
Los seguidores de estas teorías defienden que el desplazamiento del eje de la Tierra y del propio Japón se relaciona con el cumplimiento de la primera profecía: «la Tierra se verá afectada por los cambios en el sol mediante un desplazamiento de su eje de rotación». Según estos textos, a partir de ese movimiento se producirán «grandes cataclismos», como el tsunami que ha provocado miles de muertos y desaparecidos en el país nipón.
A pesar de las evidentes coincidencias de las predicciones con los últimos acontecimientos vividos por la Humanidad, lo cierto es que los mayas hablaban de la posibilidad de cambio. En nuestras manos dejaron el futuro de nuestro planeta y de nuestras decisiones también depende la evolución de la Historia.
Los seguidores de estas teorías defienden que el desplazamiento del eje de la Tierra y del propio Japón se relaciona con el cumplimiento de la primera profecía: «la Tierra se verá afectada por los cambios en el sol mediante un desplazamiento de su eje de rotación». Según estos textos, a partir de ese movimiento se producirán «grandes cataclismos», como el tsunami que ha provocado miles de muertos y desaparecidos en el país nipón.
A pesar de las evidentes coincidencias de las predicciones con los últimos acontecimientos vividos por la Humanidad, lo cierto es que los mayas hablaban de la posibilidad de cambio. En nuestras manos dejaron el futuro de nuestro planeta y de nuestras decisiones también depende la evolución de la Historia.
Por otro lado, Benjamin Fulford, periodista canadiense nacionalizado japonés, ya habló en 2008 sobre la posible catástrofe que amenazaba al país nipón. Para Fulford, la isla iba a ser atacada por un terremoto mediante el uso de las tecnologías relacionadas con el HAARP (programa estadounidense que estudia las propiedades de la ionosfera) si el gobierno no se sometía a los dictámenes de lo que él denomina oligarquía mundial.
Lo cierto es este vídeo grabado hace dos años no ha parado de recibir visitas en YouTube desde que tuvo lugar el tsunami el pasado viernes 11 de marzo, y muchos internautas relacionan las llamativas teorías de Fulford con un complot para acabar con el mundo.
Las teorías de la «conspiración» mediante el HAARP han sido descritas también por el periodista Sharon Weinberger, quien tachó al programa de investigación de «Moby-Dick de las conspiraciones». También el informático David Naiditch ha culpado al HAARP de catástrofes naturales que han devastados países como Afganistán o Filipinas con claros «fines terroristas».
En agosto de 2010, varios físicos rusos culparon a EE.UU. de estar tras la intensa ola de calor que asoló el país y que originó numerosos incendios, duplicando la mortalidad del país. En origen, el objetivo del programa HAARP es potenciar avances tecnológicos que permitan favorecer las radiocomunicaciones y los sistemas de vigilancia, tales como la detección de misiles. Pero ya son muchos los que en la Red empiezan a expresar su miedo y a adherirse a teorías maquiavélicas del «Bien y del Mal», a conjeturas sobre el «Fin del Mundo» o a creencias de cáracter religioso que les salvarán del «desastre».
Lo cierto es este vídeo grabado hace dos años no ha parado de recibir visitas en YouTube desde que tuvo lugar el tsunami el pasado viernes 11 de marzo, y muchos internautas relacionan las llamativas teorías de Fulford con un complot para acabar con el mundo.
Las teorías de la «conspiración» mediante el HAARP han sido descritas también por el periodista Sharon Weinberger, quien tachó al programa de investigación de «Moby-Dick de las conspiraciones». También el informático David Naiditch ha culpado al HAARP de catástrofes naturales que han devastados países como Afganistán o Filipinas con claros «fines terroristas».
En agosto de 2010, varios físicos rusos culparon a EE.UU. de estar tras la intensa ola de calor que asoló el país y que originó numerosos incendios, duplicando la mortalidad del país. En origen, el objetivo del programa HAARP es potenciar avances tecnológicos que permitan favorecer las radiocomunicaciones y los sistemas de vigilancia, tales como la detección de misiles. Pero ya son muchos los que en la Red empiezan a expresar su miedo y a adherirse a teorías maquiavélicas del «Bien y del Mal», a conjeturas sobre el «Fin del Mundo» o a creencias de cáracter religioso que les salvarán del «desastre».
Fuente: ABC de España
No hay comentarios:
Publicar un comentario