lunes, 14 de marzo de 2011

Nació un bebé con dos mamás: una puso el vientre y la otra, el óvulo

 

Ambas son enfermeras y pedirán que lleve el apellido de las dos. Gracias a una batalla legal, son la primera pareja de lesbianas en tener un hijo por ese método.

 Todavía no se pusieron de acuerdo si será Cabrera Pascal o Pascal Cabrera, pero lo que sí es seguro es que sus mamás quieren que Martín lleve el apellido de las dos.

Martín nació el jueves por la noche en el Hospital Santojanni. Pesó dos kilos noventa y cinco gramos y llegó 42 días antes de lo previsto. Martín no podrá decir eso de que “madre hay una sola”, porque para su suerte –o desgracia– tendrá que convivir con dos: María del Pilar Cabrera, dio el óvulo que, fecundado por un donante anónimo de esperma, Marisa Pascal llevó en su vientre.

Así llegó a este mundo Martín y ahora sus madres pedirán en el registro civil que su hijo lleve el apellido de las dos. No será sencillo. Marisa, de 40 años, y Pilar, de 30, no están casadas. Por eso, si lo logran se habrán convertido en la primera pareja del mismo sexo que, no estando casada, consigue inscribir a su hijo con ambos apellidos.

En septiembre del año pasado, Vicente se convirtió en el primer bebé en tener dos mamás: Cecilia M. y Verónica F. Pero su caso es diferente. Ellas estaban casadas y la ley de matrimonio igualitario les permitió anotar al bebé como hijo de Cecilia M y su “cónyuge”.

Marisa y Pilar ya están acostumbradas a eso de andar por la vida dando batallas. En 2009, lograron que la justicia les avalara un reclamo para que la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires pagara los gastos del tratamiento de fertilidad: una ovodonación que cuesta unos quince mil pesos. Fue todo un logro. A regañadientes, las obras sociales pagan los tratamientos más sencillos que oscilan entre los tres mil y cuatro mil pesos.

Pero Marisa y Pilar querían la ovodonación porque era la única manera de asegurarse que Martín tenga un poco de cada una.

El fallo que las autorizó sentó un precedente no sólo para ellas –son la primera pareja de lesbianas en tener un hijo por ese método– sino para todas las parejas que reclaman el acceso a mejores tratamientos de fertilidad.

En su dictamen, la jueza Elena Liberatori consideró que “el derecho a la salud” debe ser “entendido como el equilibrio psicofísico y emocional de una persona”. Y citó cuatro artículos de la Constitución Nacional para obligar a Obsba a pagar el tratamiento.

Flavia Massenzio es abogada de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (LGBT) y representa a Marisa y Pilar. Para ella, no hay mucho lugar para interpretaciones: por el derecho civil, Martín es hijo de la “madre que lo parió”, es decir, Marisa. Por el derecho a la identidad, es hijo de Pilar, quien le dio su carga genética.

Pero para esa batalla todavía falta tiempo. Primero Marisa y Pilar tienen que conseguir que Martín gane 200 gramos para poder dejar neonatología y llevárselo a su casa de La Matanza. Allí, lo esperan un ejército de mujeres. La hija menor de Marisa –tuvo dos chicos de un matrimonio anterior–, y la mamá y la hermanita de Pilar.

Sus familias se conocían desde hace años, pero fue en 2003 cuando Marisa y Pilar se enamoraron. Fue un flechazo. Marisa viajó a Uruguay, a Aguas Verdes, a buscar a Pilar. Ella no puso mucha resistencia y a los tres días ya se había instalado en Buenos Aires.

Desde entonces no se separaron nunca .

“Esto es una cosa que habíamos soñado desde siempre, y bueno, acá estamos con Martín”, cuenta Pilar, con la voz cansada, y al lado de la cama que Marisa ocupa en el Santojanni.

Desde que tomaron la decisión hasta que lo lograron tardaron un año y medio. Creen que en una semana, Martín ya estará fuerte como para volver a casa y así empezar la pelea para convertir a su hijo en el primer argentino con dos mamás./clarín.com

Fuente: contexto.com.ar

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