Las sirenas de emergencia sonaban a lo lejos mientras Alex Fediakov, un turista ruso, filmaba el 31 de mayo las imponentes cataratas del Niágara, desde el lado canadiense. Sin embargo, momentos más tarde entendió el motivo.
El cuerpo desnudo de una mujer era arrastrado por la fuerte corriente del río a unos 32 kilómetros por hora. Se dirigió hacia el gran salto de más de 50 metros de altura, terminando con su vida (1:18 del video).
La noticia del suicidio de hasta el momento la desconocida mujer, no hubiera pasado de una pequeña reseña en los periódicos locales si no se hubiera filmado, seria una más en la lista de 20 o 25 suicidas que cada año deciden acabar con su vida en este idílico lugar de vacaciones.
Fuente: contexto.com.ar
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