Nadie se había dado cuenta de la suplantación y el enlace islámico transcurría con emoción y normalidad hasta que llegó el momento de pronunciar los votos y el novio dejó escapar un tono de voz sospechoso.
«Cuando el clérigo le preguntó sus votos, su voz se suavizó, parecía la de una mujer», relató un agente de policía al portal indonesio Detik. Al comienzo de la ceremonia llamó la atención que el pretendiente se presentase a la boda concertada sin ningún familiar y sin los documentos de identidad necesarios.
Un examen policial posterior determinó la verdadera naturaleza del novio y tras investigar un poco más su nombre, Emi. La novia y su familia, que no sabían nada del engaño, se mostraron «avergonzados» por lo sucedido.
No es el primer caso de esta naturaleza que ocurren en Indonesia, el año pasado un hombre que se había casado con alguien que conoció a través de la red social Facebook denunció que su nueva esposa era, en realidad, un hombre. /abc.es
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