El sacacorchos: un objeto que pasa desapercibido en el cajón de utensilios y que adquiere toda su relevancia cuando, frente a esa botella de vino que atesoraste para una ocasión especial, no aparece por ningún lado.
Aquí, 5 soluciones insólitas para tener en cuenta en casos de emergencia.
1. Con una percha
No tenés sacacorchos, pero sí tenés en el ropero una percha de alambre -esas poco resistentes que dan en las tintorerías-. Es tu solución. Sólo tenés que estirar el gancho de la percha y, con la ayuda de una pinza, doblar el extremo como un anzuelo. Introducís el improvisado utensilio entre el cuello y el corcho. Una vez que el alambre está unos milímetros por debajo del corcho, giralo para que el “anzuelo” presione la base y tirá. Ahora sí, a beber.
2. Con una guía de teléfonos
Cuando creíamos que las guías telefónicas ya no tenían ningún propósito, encontramos este método. Primero hay que remover el capuchón del cuello de la botella. Luego, golpear cuidadosamente la base de la botella contra la pared, protegida por la guía telefónica, que funciona como amortiguador. La misma presión del vino empuja el corcho fuera de la botella unos centímetros, lo suficiente como para poder sacarlo con la mano.
3. Con un zapato
El de Maxwell Smart era un teléfono, el tuyo, un sacacorchos. Es el mismo método de la guía de teléfonos, pero en lugar de utilizar el libraco para amortiguar el golpe, emplea un zapato. La clave está en sujetar la base de la botella al talón del calzado y luego golpear la suela contra la pared. El zapato también puede ser reemplazado por una zapatilla.
4. Con un tornillo, un destornillador y un martillo
Nunca fuiste un fan de MacGyver y las herramentas no son lo tuyo, pero seguramente tenés un tornillo largo, un destornillador y un martillo de carpintero. Suficiente para descorchar una botella. Con la ayuda del destornillador, perforá el corcho con el clavo. Apoyá la base del martillo sobre la botella, de manera tal que el clavo quede entre las orejas metálicas. Con un movimiento de palanca tirá hacia arriba y listo.
5. Con un cuchillo serrucho
Es el método más peligroso, así que quien opte por esta técnica debe hacerlo con extremo cuidado. Consiste en introducir la hoja del cuchillo en el centro del corcho, con movimientos hacia adelante y hacia atrás. Luego, se debe girar la hoja igual que se gira el sacacorchos, haciendo presión hacia arriba.
1. Con una percha
No tenés sacacorchos, pero sí tenés en el ropero una percha de alambre -esas poco resistentes que dan en las tintorerías-. Es tu solución. Sólo tenés que estirar el gancho de la percha y, con la ayuda de una pinza, doblar el extremo como un anzuelo. Introducís el improvisado utensilio entre el cuello y el corcho. Una vez que el alambre está unos milímetros por debajo del corcho, giralo para que el “anzuelo” presione la base y tirá. Ahora sí, a beber.
2. Con una guía de teléfonos
Cuando creíamos que las guías telefónicas ya no tenían ningún propósito, encontramos este método. Primero hay que remover el capuchón del cuello de la botella. Luego, golpear cuidadosamente la base de la botella contra la pared, protegida por la guía telefónica, que funciona como amortiguador. La misma presión del vino empuja el corcho fuera de la botella unos centímetros, lo suficiente como para poder sacarlo con la mano.
3. Con un zapato
El de Maxwell Smart era un teléfono, el tuyo, un sacacorchos. Es el mismo método de la guía de teléfonos, pero en lugar de utilizar el libraco para amortiguar el golpe, emplea un zapato. La clave está en sujetar la base de la botella al talón del calzado y luego golpear la suela contra la pared. El zapato también puede ser reemplazado por una zapatilla.
4. Con un tornillo, un destornillador y un martillo
Nunca fuiste un fan de MacGyver y las herramentas no son lo tuyo, pero seguramente tenés un tornillo largo, un destornillador y un martillo de carpintero. Suficiente para descorchar una botella. Con la ayuda del destornillador, perforá el corcho con el clavo. Apoyá la base del martillo sobre la botella, de manera tal que el clavo quede entre las orejas metálicas. Con un movimiento de palanca tirá hacia arriba y listo.
5. Con un cuchillo serrucho
Es el método más peligroso, así que quien opte por esta técnica debe hacerlo con extremo cuidado. Consiste en introducir la hoja del cuchillo en el centro del corcho, con movimientos hacia adelante y hacia atrás. Luego, se debe girar la hoja igual que se gira el sacacorchos, haciendo presión hacia arriba.
Fuente: contexto.com.ar
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